10 Imprescindibles en un viaje a Estambul
Si tienes pensado un viaje a Estambul, destino que te recomendamos sin ninguna duda, echa un vistazo a esta lista de los lugares más emblemáticos que no te debes perder, por supuesto hay muchísimos más, pero hemos hecho una selección:
Mezquita Azul
No es difícil averiguar de dónde viene su nombre, por la cantidad de azulejos azules que la componen, nada menos que 20.000!! Está situada en el centro de la ciudad, en una zona que se llama Sultanahmet, si paseas cerca de allí, no te la puedes perder!
Esta mezquita es como la reina de las mezquitas, es muy muy grande, con muchas cúpulas y minaretes que sobresalen, por no hablar de sus alrededores con unos patios y tranquilos jardines dignos de una película de Disney, te sentirás como una princesa o príncipe paseando por allí ;)
Su historia es también muy interesante, en realidad su nombre original es "Mezquita del Sultán Ahmed", construida sobre el 1600,en tiempos del imperio Otomano, toda una mezcla perfecta de historia y arte le dan ese carácter tan especial.
Conforme entras por la puerta te sorprende lo enorme que es la cúpula y como la luz se filtra por todas partes, el suelo adornado de increíbles alfombras y las paredes, columnas e incluso el techo cubiertos con infinidad de azulejos azules, es un espectáculo para la vista. realmente parece sacada de un cuento de hadas.
Como dato curioso, se dice que pueden rezar dentro de la misma hasta 10.000 personas al mismo tiempo, este dato nos sirve para hacernos una ligera idea de su enorme tamaño y del motivo por lo que es tan importante para su comunidad.
En definitiva, si eres amante de la cultura, la belleza, la historia... esta mezquita es una parada obligatoria.
Palacio de Topkapi
Está en un lugar llamado Sultanahmet, en Estambul, justo al lado de la Mezquita Azul. No puedes dejar de verlo si teneis pensado visitar ltambién la Mezquita.
Este palacio es como una ciudad dentro de una ciudad. Imagínate, patios enormes, jardines espectaculares y edificios de ensueño. Lo construyeron allá por el 1400, cuando los otomanos estaban en su esplendor.
Lo primero que llama la atención son las puertas. ¡Esas puertas son enormes! y una vez que pasas por ahí, estás en un mundo de cuento de hadas, de hecho esa sensación la tendrás mas de una vez en Estambul
Hay edificios con techos curvos, terrazas con vistas al Bósforo y hasta un montón de tesoros súper antiguos. Estamos hablando de joyas, espadas, platos de oro y más, lo cual nos da una idea de cómo vivían en esos tiempos.
Ah, y algo que no puedes perderte es el Harem. Sí, suena raro, pero es el área donde vivían las esposas y las concubinas del sultán. tenían su propio espacio lujoso. Hablamos de habitaciones decoradas con detalles impresionantes y patios secretos.
Y bueno, si te gusta la historia y la arquitectura, este lugar es una joya. Puedes perder horas explorando cada rincón y tratando de imaginar cómo era la vida allí. Además, el hecho de que esté cerca de otros lugares imprescindibles como la Mezquita Azul y Santa Sofía lo hace aún más interesante.
En mi opinión, el Palacio Topkapi es como un tesoro escondido en medio de la ciudad. Te transporta a otra época. Si os sentís aventureros y curiosos, ¡definitivamente teneis que visitar este lugar en vuestro viaje a Estambul!
Mezquita de Solimán.
Esta mezquita es como la reina de las mezquitas en Estambul. Lleva el nombre de Solimán el Magnífico, un gran sultán otomano que quiso crear algo espectacular. ¡Y vaya si lo consiguió!
Está ubicada en una zona llamada Sultanahmet, cerca de la costa, la vista de esta gigantesta construcción con cúpulas altísimas es majestuosa.
Esta mezquita es famosa por ser súper simétrica y balanceada. Si os gusta la geometría, sin duda os va a encantar. Tiene un patio grande rodeado de arcos elegantes. ¡Ideal para unas fotos increíbles!
Pero eso no es todo, porque esta mezquita no solo es para rezar. Tiene otras partes también. Hay una escuela religiosa, lo que podría ser el equivalente a una universidad antigua, donde la gente estudiaba sobre la fe así como una cocina que daba comida a los necesitados. Es mucho más que un simple edificio bonito!
Al entrar encontrareis un interior que os dejará boquiabiertos. ¡Azulejos coloridos por todos lados! Y el techo, ¡un espectáculo ! Además, se puede disfrutar de la tranquilidad y la paz característica de las mezquitas.
Y eso no es todo, cerca de la mezquita también podemos encontrar los llamados Baños de Solimán. Sí, ¡baños! Eran como los "spas" antiguos otomanos. No puedes dejar de imaginarte relajándote en esas piscinas calientes con la mezquita de fondo.
Me atrevería a decir que la Mezquita de Solimán es como la rockstar de las mezquitas en Estambul. Impresionante, con detalles alucinantes y un ambiente único. Y la guinda del pastel es que está en una ubicación perfecta para explorar la historia otomana. Si os gusta la arquitectura y temeis interés sobre los tiempos antiguos, ¡este lugar es vuestro sitio!
Mezquita de Rusten Pasha.
Imaginaros entrar a un lugar repleto de colores y diseños armoniosos. En esta mezquita, construida hace siglos, cada rincón está cubierto de azulejos con patrones y colores que parecen sacados de un sueño. ¡Y no es exageración! Desde el suelo hasta el techo, hay un festival de mosaicos en cada esquina.
No espereis una megamezquita, no es tan grande como otras muchas de Estambul, pero esta, tiene un toque íntimo y auténtico que te hace sentir como en casa. Si sois fans de los detalles, noos podeis perder los frescos en el techo, ¡una obra de arte en sí misma!
La historia detrás de esta mezquita es muy curiosa, Rüstem Pasha, un labrador también conocido como "El piojo de la suerte" llegó a Visir pese a sus modestos orígenes y al círculo íntimo del Sultán y para hacer gala del nivel adquirido quiso hacer una obra que reflejara su estilo y poder. Y vaya que lo logró. ¿Quién iba a pensar que años después, turistas de todo el mundo estarían visitando su obra?
La Mezquita de Rüstem Pasha es un viaje al pasado que no os va a dejar indiferentes. Así que, si estais por el bazar de las especias, no os podeis perder este tesoro escondido. ¡Sacar vuestras cámaras, poneros cómodos y dejaros llevar por la magia de este lugar impresionante!
Gran Bazar de Estambul.
Estambul, la meca del regateo y la ganga! Imaginaros un lugar donde las compras son como una aventura, ¡ese lugar es el Gran Bazar!
Estamos hablando de un laberinto de pasillos llenos hasta el tope de puestos y tiendas que venden de todo, desde alfombras hasta supuestas lámparas mágicas . Es como un parque temático para los que adoran buscar tesoros, ¡y aquí los tesoros son baratos! eso si, es imprescindible dominar un poco el arte de la negociación porque aquí se lleva mucho el regateo. No importa si sois fanáticos de las antiguedades, de la moda o solo vais buscando un imán de recuerdo para el frigorífico, aquí encontrareis algo que querreís llevar con vosotros: alfombras persas, artesanía turca, especias aromáticas y muchas cosas más.
Imaginaros un lugar donde los aromas exóticos se mezclan con los sonidos animados y los colores deslumbrantes. El Gran Bazar es un auténtico laberinto de más de 4,000 tiendas, divididas en diferentes sectores.
Y no solo es un lugar para comprar, es toda una experiencia cultural. El Gran Bazar es una encrucijada donde se encuentran diferentes culturas, y eso se refleja en las mercancías que encontrareis así que también sirve para empaparse de historia. Algunas partes del bazar han estado aquí desde hace siglos, por lo que os podeís imaginar toda la historia que han presenciado esas paredes! Hay mezquitas escondidas, fuentes decorativas y pequeños cafés donde podeís tomar un respiro y saborear el famoso té turco.
Así que, viajeros intrépidos, preparaos para sumergiros en un mundo de maravillas en el Gran Bazar de Estambul. Una experiencia que fusiona la tradición, el comercio y el encanto de la cultura turca. ¡No olvideís vuestras habilidades de regateo y vuestro espíritu aventurero, porque este es un lugar que no querreís perderos!
Bazar Egipcio.
Este bazar también es conocido como el Bazar de las Especias. El lugar es como un viaje en el tiempo directo al Medio Oriente, ¡con un toque de magia en cada esquina!
Al entrar, lo primero que te cautiva son los aromas que invaden el espacio. Es como si todos los sabores y fragancias de Egipto y el mundo se juntaran para tener una fiesta olfativa justo delante de vosotros.
Imaginaros caminando por pasillos estrechos donde los colores de las especias se mezclan con las texturas de las alfombras y los destellos de las lámparas. Es como si estar en un cuento de las Mil y Una Noches. Pero no sólo hay especias, aquí encontrareís desde frutos secos exóticos hasta dulces turcos que os harán sonreír como un niño en una tienda de juguetes.
La destacable aquí es la autenticidad. El Bazar Egipcio tiene un toque especial, con una historia que se remonta a siglos atrás. En la época, las especias y los productos exóticos llegaban aquí desde Egipto, ¡de ahí el nombre! Y hasta el día de hoy, se puede sentir sensación en cada rincón.
Ah, y no olvideís el regateo, ¡es una regla no escrita aquí! Los vendedores son verdaderos maestros del arte del regateo. Así que teneís que sacar vuestro espíritu negociador y hacer tratos que os hagan sentir como auténticos mercaderes de las historias de las caravanas.
Para sentir el aroma de las especias, la magia del Medio Oriente y la historia que emana de las paredes, el Bazar Egipcio es el lugar que buscais. ¡Venir con ganas de descubrimiento y listos para probar un poco de la cultura de Estambul!
Puente de Gálata.
El Puente de Gálata es como un vínculo mágico que conecta las dos partes de Estambul, uniendo Europa y Asia en un abrazo arquitectónico. ¡Caminar de un continente a otro nunca fue tan fácil y emocionante! Este puente icónico no es solo un camino para cruzar el agua, sino también una experiencia para los sentidos.
Imaginaros paseando por el puente mientras sentís la brisa del Bósforo acariciando vuestras mejillas y el sonido de los barcos y las gaviotas llenando el aire, si, suena muy cursi pero es que es toda una experiencia
En ambos lados del puente, encontrareis una mezcla fascinante de tiendas, desde puestos de venta de delicias turcas hasta pequeños restaurantes con aromas tentadores.
El Puente de Gálata no solo es un lugar para caminar y disfrutar de la vista, sino también un rincón perfecto para mezclarse con los lugareños y los otros viajeros. Es un lugar de encuentro, donde podreis charlar con pescadores que lanzan sus cañas en busca de una captura fresca o simplemente observar el ajetreo y el bullicio de la vida cotidiana de Estambul.
Por la noche, el Puente de Gálata se transforma en un espectáculo de luces que se reflejan en el agua. Los colores danzantes y la vista panorámica de la ciudad iluminada añaden un toque de magia a su visita. Además, si teneis la oportunidad, no dudeis en cruzar el puente al atardecer para disfrutar de las vistas espectaculares del sol cayendo sobre el horizonte.
Lo dicho, el Puente de Gálata es más que una simple estructura; es un símbolo de la fusión de culturas, la vitalidad de la ciudad y la conexión entre dos continentes. Así que, ¿listos para caminar, disfrutar, y sumergirse en la energía única que este puente tiene para ofrecer?
Barrio de Beyoglu.
Si están buscando en vuestro viaje a Estambul un lugar donde la tradición se mezcla con lo moderno y la diversión nunca termina, ¡entonces el barrio de Beyoglu es vuestro destino! Prepararos para explorar un rincón de la ciudad que es tan vibrante como su vida nocturna.
Beyoglu es como el alma bohemia de Estambul. Este lugar tiene una energía única que atrae a los espíritus libres, los amantes del arte y todos los que buscan un toque contemporáneo en medio de la historia antigua de la ciudad. Una visita obligada es la famosa avenida Istiklal, un bulevar peatonal lleno de vida y color.
Os recomiendo caminar por calles adoquinadas rodeadas de edificios históricos con arquitectura única y vitrinas que exhiben de todo, desde boutiques de moda hasta galerías de arte vanguardista. Esta es la esencia de Beyoglu. Y no os preocupeis si os da hambre, porque hay puestos callejeros y restaurantes para satisfacer cualquier antojo culinarios en cada esquina. ¡Teneís que probar un auténtico döner kebab o algunos mezze deliciosos!
Una parada obligada es la Torre de Gálata. Es como un faro que guía a los viajeros hacia vistas panorámicas asombrosas. Si os sentis con energía, podeís subir los escalones y ser recompensados con una vista que quita el aliento, ¡y de verdad, cada paso vale la pena!
La vida nocturna en Beyoglu es una experiencia en sí misma. Desde bares elegantes hasta clubes de música en vivo, este lugar cobra vida cuando cae el sol. La música diversa, las risas contagiosas y los cócteles creativos son la fórmula perfecta para una noche inolvidable. La emblemática Calle Nevizade es un hervidero de actividad después de la puesta de sol, donde podeís disfrutar de deliciosos platos turcos mientras disfrutaís del ambiente festivo.
Y si lo que buscaís es una dosis de cultura, el barrio de Beyoglu también alberga el Museo de Arte Moderno de Estambul y la emblemática Opera Estatal. ¡Es como un paraíso para los amantes del arte y la música!
Así que Beyoglu es el lugar perfecto para casi todos los gustos para experimentar la esencia de Estambul, su magia os espera!
Bósforo.
Esta vez no vamos a hablar de mezquitas sino de una de las maravillas naturales más asombrosas de Estambul, ¡el Bósforo! Prepararos para quedar hipnotizados por las vistas panorámicas y la belleza de este icónico estrecho.
El Bósforo es como la columna vertebral de Estambul, dividiendo la ciudad entre dos continentes y conectando el Mar de Mármara y el Mar Negro. Y desde Beyoglu, tienen una vista única y espectacular de esta maravilla natural.
Si paseais por las calles empinadas y sinuosas de Beyoglu ,de repente os encontrareís un lugar donde la ciudad se encuentra con el agua en una armonía perfecta. En cualquier época del año, el Bósforo es un espectáculo para la vista. Se pueden ver barcos de todos los tamaños navegando en el estrecho, desde los enormes cargueros hasta los encantadores barcos turísticos.
Las vistas desde aquí son como un cuadro en constante cambio. Durante el día, el agua brilla bajo el sol y los edificios a lo largo de la costa resplandecen en su esplendor. Pero lo que realmente hace que este lugar sea mágico es la puesta de sol. Con los tonos cálidos del atardecer pintando el cielo y reflejándose en el agua, es un momento que osrobará el aliento.
Podeís dar un paseo relajado por el paseo marítimo, disfrutar de un té o café en uno de los cafés junto al agua, o incluso tomar un barco para explorar el Bósforo de cerca. Encontrareís villas históricas, mezquitas majestuosas y palacios que salpican las orillas del estrecho. Con suerte, incluso podrían avistar algún delfín jugueteando en las aguas.
Y si lo visitaís por la noche, el Bósforo se convierte en un manto de luces destellantes. Los puentes iluminados, los edificios en la distancia y las luces de los barcos crean un ambiente mágico y romántico. Es un lugar perfecto para una caminata nocturna tranquila o simplemente para sentarse y contemplar la ciudad en su esplendor nocturno.
Así que, aventureros, si quereís experimentar la esencia y la belleza única de Estambul desde una perspectiva diferente, no podeís perderos la oportunidad de admirar el Bósforo desde Beyoglu.
Palacio Dolmabahçe.
Si os gustaría sumergiros en el lujo y la opulencia de la historia otomana, este es un lugar imprescindible: ¡el Palacio Dolmabahçe en Estambul! Aquí os transportareis a una época de elegancia real y arquitectura deslumbrante.
El Palacio Dolmabahçe es como un sueño de cuento de hadas que se hizo realidad. Está construido directamente a orillas del Bósforo, es un ejemplo deslumbrante de la fusión entre el estilo otomano y el europeo, lo que lo convierte en un lugar verdaderamente único.
Al entrar, te quedas sin palabras ante la magnífica escalera de cristal y las impresionantes lámparas de araña que cuelgan del techo. Es muy facil sentir la realeza y grandiosidad. Cada habitación está decorada con un gusto exquisito, desde los intrincados detalles en las paredes hasta los lujosos muebles que cuentan historias de épocas pasadas.
El Salón de Recepciones, con su impresionante cúpula y sus enormes ventanales, es simplemente impresionante. Es como si la luz del Bósforo se filtrara directamente en el corazón del palacio. Y no puedo olvidar mencionar la Sala del Trono, donde podeís imaginar a los sultanes tomando decisiones importantes rodeados de un esplendor impresionante.
Ah, y no puedo olvidar los jardines. Los jardines del Palacio Dolmabahçe son tan majestuosos como el propio edificio. Pasear por los caminos sombreados, disfrutar de las fuentes danzantes y maravíllarse ante las vistas panorámicas del Bósforo es sin duda un buen plan. Si buscaçis un lugar tranquilo para relajaros después de explorar el interior del palacio, ¡los jardines son perfectos!
Una cosa interesante es que el palacio tiene un reloj de cristal que fue un regalo de la Reina Victoria de Inglaterra. ¡Un toque encantador de la historia británica en el corazón de Estambul!
Y lo mejor de todo, este palacio es fácilmente accesible desde el corazón de la ciudad. Se puede llegar en tranvía o en un agradable paseo a lo largo del Bósforo, no hay excusa para no dedicar un rato de vuestro viaje a Estambul a este majestuoso palacio
Y hasta aquí nuestras recomendaciones aunque podríamos estar eternamente recomendando muchas más cosas que ver en Estambul, destino que merece mucho la pena visitar.
Si teneís alguna pregunta o podemos ayudaros a planear vuestro viaje... estaremos encantados de poder ayudar.
Estamos preparando un viaje en grupo a este destino que próximamente anunciaremos, si estaís interesados os podeís poner en contacto para estar al tanto de todo.
Hasta el próximo destino viajeros!!!